18/11/12

"Imagino mi futuro haciendo cosas que me llenen el alma"


Rodrigo Machado, actor y director teatral

Rodrigo con Valeria Lynch, este año, ya recuperado.
Fue uno de los primeros que llevó el teatro musical a la escena cordobesa. Tras numerosos espectáculos en esta ciudad decidió buscar nuevos rumbos en Capital Federal. Llegó a la emblemática calle Corrientes y sus sueños se iban concretando hasta que la peor noticia invadió, repentina e inesperadamente, su vida: una cruel enfermedad, en enero de 2010. Hoy, por primera vez, habla en una nota de su calvario, de las ganas de morirse, y de cómo mantuvo encendidos sus sueños después de aquel día en el que ya no pudo volver a caminar

Por Ivanna Martin
@IvannaMartinTv

Hubo alguien, hace muchos años, que sembró de musicales y pasión los escenarios de Córdoba. Su nombre, Rodrigo Machado, alcanzó popularidad rápidamente entre los amantes del género y obtuvo numerosas críticas de la prensa especializada. Se inició en este camino a los 17 años, con el grupo de teatro independiente “Pentagrama”, con el que alumbró numerosas comedias musicales allá por los años '92, '93, '94. “En esos  primeros pasos tratamos de homenajear a aquellos musicales que formaron parte de la historia de Broadway y de nuestro país, dice. A los 26 años, con una preparación más integral y un equipo de producción conformado por el coreógrafo Javier Mullins, el director vocal José Luis Moreno, y el escenógrafo y maquillador Cristian Astudillo, abandonaron el playback e incorporaron música original y textos de su autoría.

Nuevos rumbos


Con un puñado de sueños por cumplir debajo del brazo, Rodrigo Machado decidió dejar todo y mudar su talento a Buenos Aires. Quería capacitarse más, estudiar y perfeccionarse en Producción. “En ese entonces era bastante complicado montar un espectáculo musical de producción importante con los gastos que el mismo implica y lograr continuidad (en funciones) ya que no se realizaban casi comedias musicales de producción local y, ni siquiera existían las escuelas de comedia musical que se instalaron luego en Córdoba, algunas de las cuales hoy persisten”, recuerda.


¿Cómo fue adaptarte a la vida en Buenos Aires, objetivo que muchos artistas quieren alcanzar?

Llegar a Buenos Aires -como a toda persona que tiene sus raíces y costumbres de una vida más tranquila- me costó bastante y sentí por momentos que aquellos motivos y sueños que traía bajo el brazo eran inalcanzables. Poco a poco se fueron abriendo caminos, perseveré mucho y traté de absorber conocimientos en cada nuevo trabajo que realizaba, ya fuera como asistente, docente o iluminador. Siempre, de todo, algo aprendí.


Estabas en un momento clave de tu carrera allá cuando te sorprendió la peor noticia, la de tu enfermedad… absolutamente inesperada…

Sí, fue terrible. Era un momento muy especial de realización personal y de mi carrera. Había sido asignado por Diego Veronesi como director repositor de dos de sus obras, justamente estábamos en pleno proceso de ensayos a una semana o dos de estrenar y junto a Silvana Espada y Diego trabajábamos de sol a sol en la puesta  punto de las obras infantiles del Paseo la Plaza, donde ya trabajábamos a full con nuestras producciones.



Con su madre, amor incondicional.
¿Fue un shock?

Sinceramente no me dio tiempo a pensar en nada. Se manifestó en 7 días con un ardor en la espalda. Primero el médico me dijo que podía ser un espasmo por el aire acondicionado o el esfuerzo por las muchas tareas que estaba realizando. De esos 7 días, al tercero se fue el ardor en la espalda. Los últimos cuatro días comencé con problemas para caminar. Me dijeron que se resolvería con kinesiología… ese séptimo día ya no pude pararme más.


¿Qué fue lo que siguió?

Me llevaron en ambulancias de un hospital a otro para encontrar un diagnóstico certero… hasta que me encontré en una cama frente a cuatro neurocirujanos que me explicaron que una vértebra se había destruido por una compresión medular y que debían operarme para reconstruirla.


¿Te explicaron los riesgos?

Sí, claro. Los resultados dependían de lo que ocurriera en aquel quirófano en el que me intervinieron durante seis horas. No me dio tiempo a pensar ni a temer… ni siquiera a llorar… no entendía nada de lo que me estaba pasando.


Es muy doloroso y cruento todo lo que vos mismo has descripto en tu blog El Gran Hotel  ¿cómo hacías, de dónde sacabas fuerzas, para ir escribiendo todo en un diario personal?

Si es realmente cruento y doloroso todo lo que ví y lo que viví en mi internación, creo que el exteriorizar lo que se vivía a diario y plasmarlo en un cuaderno era la manera que tenía de desahogarme ante tanto ahogo, nunca había estado ni sentido tan cercano semejante dolor de mis compañeros, los pacientes internados, de los familiares y hasta del mío propio. En todo momento y siempre a mi lado estuvieron mi madre y mi amiga Silvana Espada. También se sumó gente amiga, compañeros de trabajo, surgieron amistades… sin ellos hoy no estaría contando todo esto.



Silvana, la mejor amiga, el mayor sostén.
¿Se puede mantener la esperanza en medio de semejante calvario?

Creo que la esperanza es algo que se lleva dentro cuando se tienen sueños y, sobre todo, una vocación, en mi caso la música y el teatro. Pero sí puedo decir hoy que “El amor cura”. Tal vez, y por razones ya de un impedimento físico irreversible no vuelva a caminar, pero tanto amor que sentí en cada minuto de mi larga internación me mantuvo vivo e hizo que mi esperanza no desapareciera.


¿Deseaste no vivir más?

Hubo muchos momentos en los que dije “hasta acá llego” pero especialmente por los dolores físicos que padecía. Por más que fortaleciera mi espíritu para luchar mi cuerpo ya no podía más. No podía soportar los procedimientos invasivos que se repetían uno tras otro…



En su blog Rodrigo narra sus negros días de internación.
La vida nueva



Pasó muchísimo tiempo, más de un año y tres meses, hasta que Rodrigo, gracias a la medicina, los médicos y su entereza admirable, volvió a su hogar. Las infecciones intrahospitalarias desaparecieron y comenzó una nueva vida para él. “Volver a mi casa me cambió el ánimo, reencontrarme con mis cosas, respirar otro aire… no para vivir en el pasado sino para proponerme un nuevo camino hacia una nueva vida, tratando de pensar lo menos posible en lo que ya no podré hacer porque no puedo caminar… y poner los cinco sentidos en lo que haré de ahora en más…”

Esa fortaleza ejemplar es la que tal vez permite que hoy haya puesto en marcha un microemprendimiento de tejidos (Creaciones de Rodrigo) y otro de digitalización de videos. “Recurrí a cosas que despiertan mi creatividad, aprendí a tejer y mi trabajo con los videos también está relacionado con actividades artísticas”. 


¿Se reencendieron tus sueños?

No sé si “reencendieron” es la palabra, creo que se transformaron en metas no tan abstractas y más tangibles, de tal manera que pueda realizarlas y no quedarme con las ganas de nada. Por supuesto que lo que más deseo es volver a estar gran parte de mi día metido de cabeza en un teatro, escribiendo, dirigiendo actores o montando un espectáculo pero es algo que volveré a hacer en un corto plazo, en cuanto logre más independencia  física. Imagino mi futuro haciendo cosas que me llenen el alma.


¿Vas a escribir sobre lo que te pasó?

Sin dudas que esta experiencia es un gran motivo de inspiración para escribir. En eso estoy y lo llevaré a cabo, como cada cosa que me propuse siempre.


BEA, su adorada inseparable compañía.



¿Cómo se renace después de algo tan duro?

Para mí no se renace ni se resurge, se sigue adelante… se vive sin quedarse estancado en el pasado, se sigue viajando con los recuerdos a cuesta pero liberándolos lentamente para que no nos pesen tanto. Nunca olvidaré en el peor momento de mi internación donde ya no quería comer ni seguir… tuve un shock séptico y no podía respirar… Me moría… y en vez de entregarme tomé del cuello de la chaqueta al médico y le dije “haceme respirar, necesito vivir”.  En esos segundos todos mis sueños y aquellas cosas que todavía no he podido realizar se pusieron frente mío como una pintura de un bello pintor y esa pintura es a lo que yo llamo “LA VIDA”, una bella pintura a la que hay que saber apreciar y admirar hasta el último respiro.


SOBRE EL TEATRO CORDOBÉS


“El teatro cordobés siempre tuvo un gran nivel. Estando en Buenos Aires, pude comprobarlo, sobre todo por el nivel de compromiso de las personas que deciden dedicar su vida a este arte más que por el público mismo. Siempre opiné, y hoy lo compruebo, que debería existir una educación orientada un 50% al arte porque es lo que te ayuda a vivir, abre tu mente y libera tus sentidos.


Rodrigo con sus alumnos cordobeses, hace años.
¿Qué opinás de la competencia que se da entre directores y elencos?

Creo que es una competencia de egos, por una cuestión de inseguridad que quienes protagonizan dicha competencia no tienen resueltos. Si estuvieran seguros de lo que hacen no competirían. Hay lugar para todos.



¿Qué le falta al teatro de Córdoba?

Más reconocimiento del público, más público precisamente. Creo que el público cordobés tiene al alcance de su mano espectáculos súper valorables y con un alto nivel con entradas de muy bajo costo (en Buenos Aires las entradas cuestan un 300% más) y no lo aprovechan.


Marcela Bustos e Ivanna Martin, dirigidas por
Rodrigo Machado, en "Moisés de Egipto"

¿Qué opinás de los alumnos de hoy? ¿Tienen la formación adecuada? ¿Cualquiera se denomina artista?

Creo que existe una competencia desmedida por sobresalir… también se ve en la cantidad de escuelas de teatro que hay, en la cantidad de alumnos… es como que hay una cuestión tácita de convertir al teatro en una moda… eso hace que la calidad de los estudiantes sea otra, no sé si mejor o peor pero con otros valores, a lo que los directores de mi época no estamos acostumbrados. Si a un alumno le cobrás una cifra desmedida por “aprender” y convertirlo en estrella en uno, dos o tres años, sin dudas que pasará lo que hoy está ocurriendo. Creo que está muy confundida actualmente “la vocación” con “el capricho de subir a un escenario”.


¿Qué es un artista?

La definición del diccionario dice que un artista es aquella persona que desarrolla un hecho artístico, es decir, que hace arte. En mi parecer  un ARTISTA es aquella persona que con su arte logra sacarle un aplauso espontáneo al público, por ser capaz de movilizar algo en su interior y de dejar un mensaje.



Más alumnos cordobeses, con Rodrigo Machado.

¿Qué es el teatro en tu vida?

El teatro “ES” mi vida. Su espacio, su olor, sus luces y su magia me movilizan por completo.



PREFERIDOS


Un director: Pepe Cibrián Campoy

Un actor:  Julio Chávez

Una actriz: Elena Roger

Una obra o musical: “Los Miserables”

Un libro: “El retrato de Dorian Gray”

Una canción: “Quisiera ser tu luz” (Valeria Lynch)

Un sueño cumplido: Muchos. Cada sueño lo convertí en meta o a esa meta la hice realidad.

Un sueño por cumplir: Volver a hacer teatro.

Un mensaje a los artistas de Córdoba: “Recuerden siempre su punto de partida y entonces sabrán siempre dónde quieren llegar sin desviar su objetivo”.

           
Trabajos destacados de Rodrigo Machado



Elenco "Moisés de Egipto"
En Córdoba: “La Cenicienta”, “Creo en los Cuentos”, “El Fantasma de Canterville”, “Iosefus, el musical”, “Moisés de Egipto”, “Dorian Gray, el retrato”, “Cuenta la luna”, “Las 5 mujeres de Sade”. En Buenos Aires: “Lo que habló el pescado” (con Luciano Castro, Adriana Aizemberg y Esteban Meloni), “De amores y partidas”, “Adiós Carola”, “Cinema”, “Don Quijote” (su primer infantil en la calle Corrientes), “Ancore” (en el Maipú), ”Serrat Coral”, “Creo en los cuentos” (Centro Cultural Konex). Integra el Grupo Ensamble (música original de Damián Mahler, dirección de Diego Veronesi y producción de Veronesi y Silvana Espada – Paseo La Plaza) con el cual hizo, entre otras, “La Bella  Durmiente”, “La Cenicienta”, “Barbie, la Princesa Rapunzel”, “La Princesa de las Hadas”, “Esmeralda y el Jorobado” y “La Bella y la Bestia”.
"Viaje al centro de una prueba"

Dorian Gray

Dejá acá tus comentarios para Rodrigo! :)

6/11/12

Una construcción de ideas y estéticas integradas




Por Ivanna Martin
@IvannaMartinTV

El Superman que conocemos podría ser un impostor. El verdadero, que en nada se parece al mítico personaje de la ficción, tiene una historia personal más compleja y desconocida, que la pluma de Sonia Daniel se ocupó de plasmar en un guión breve pero desopilante y que transita la tragedia en clave de humor. Sergio Osses dirigió este “Evangelio según Superman”, que forma parte del ciclo de teatro semimontado “Estamos en Obra” que se llevará a cabo esta semana (entre el 8 y el 11 de noviembre) en María Castaña.
En una apuesta ingeniosa, la segunda edición de esta creación en la que participan dramaturgos, actores y directores cordobeses que se unen para alumbrar un arte colectivo necesario, incluye cinco obras que transitan distintas realidades cotidianas desde elementos comunes que conducen al espectador por historias tragicómicas que no dejan de lado el absurdo y la locura. En una hora y media, aproximadamente, se pueden ver las cinco obras sin interrupciones.
Lo que dejó ver el pre-estreno es una puesta con gran teatralidad y más de 30 actores que ya desde el acceso al centro cultural, en plena vereda reciben al público en la piel de albañiles, con sus modismos y piropos, aportando un contexto muy bien logrado para este proyecto que integra varias estéticas y que documenta el proceso de creación teatral que el público no está acostumbrado a ver ya que asiste habitualmente al producto final. La escenografía, excelente. “Estamos en Obra”, una buena propuesta, alternativa y que entretiene, para conocer más acerca del rol del actor y de cómo se construye el humor cordobés.

LAS OBRAS

"El cuerito y las mamas de Titina" de Jorge Pinetta
"Lluvia de ideas" de Natalia Rojo
"Seducidos por la tragedia" de Eduardo Rivetto
"Velero para cuatro" de María José Castro Schulle
"El Evangelio según Superman" de Sonia Daniel

Directores: Leo Rey, Sergio Osses, María Luisa Stille, Nelson Balmaceda y Marina Abulafia.

Dramaturgos: Jorge Pinetta, María José Castro Schulle, Natalia Rojo, Eduardo Rivetto y Sonia Daniel.

Escenógrafos: Paula Peralta y Rodrigo Barbero.

Actores: Mercedes Coutsiers, Juan Ramón Bortolín, Pablo Tolosa, Carolina Godoy, Lino Avanzini, Gabriela Beltramino, Hugo Casas, Daniela Fontanetto, Sofía Young, Cecilia Román Ross, Lucas Goria, Martín Dari y Javier Gonzalo Moreno.

Performers: Alumnos del taller de teatro de María Castaña.

Funciones:
Jueves 8 a las 22
Viernes 9 a las 20 y a las 22
Sábado 10 a las 20 y a las 22
Domingo 11 a las 20

Entrada: $ 45 (anticipadas $ 40)
María Castaña: Tucumán 260, teléfono 423-5529.