3/1/13

Ella es parte del camino

Por Ivanna Martin
En Twitter: @IvannaMartinTV



Nazarena Vélez, sin lugar a dudas, debe ser uno de los personajes más mediáticos de la última década. Desde mucho antes pero, especialmente desde el 2003 para acá, sin lugar a dudas también, debe ser una de las personas del mundo del espectáculo que más notas, titulares y tapas de revistas ha cosechado. ¿Qué no la vimos hacer a Nazarena Vélez? Desde que arrancó se plantó firme con personalidad arrolladora, y siempre supo jugar el juego de los medios, le pese a quien le pese, ella supo hacerlo de manera magistral. Logró y logra, cada vez que se le antoja, tener a la prensa encima suyo con innumerables estrategias, idas y vueltas, poses y críticas. Como sea, supo y sabe hacerlo. La vimos en cuanto canal caía el botón del zapping, pasó por el Bailando, por el Cantando, fue panelista y conductora de tv, dejó sus bailes eróticos en la pantalla, en los boliches y en los teatros. En algún momento de su vertiginosa carrera, la exposición mediática la devastó y fue víctima de trastornos alimentarios y dietas peligrosas que ella misma luego se encargó de confesar para contribuir a que otras muchas no caigan en lo mismo. En esos tiempos la vimos híper flaca, al límite, y fuera de su eje. Hace poco más de dos años, cuando por fin parecía haber encontrado la paz en los brazos de Fabián Rodríguez, la vida le azotó el golpe más fuerte: un accidente de tránsito se llevó a su hermana menor, Jazmín. Esa joven a quien le truncaron los sueños, era madre de una niña pequeña, y tenía una relación muy estrecha con Nazarena, incluso trabajaba como su asistente y eran inseparables. Jazmín ponía todo de sí para que el entorno de trabajo de su hermana fuera el mejor, era responsable y muy trabajadora. Conocí a Jazmín en el teatro Holiday en el verano del 2010, cuando Nazarena hacía temporada allí con Ranni y compartimos camarines con mi elenco del infantil “El Mago de Oz”. La hermana de Nazarena era joven, bella, entusiasta, y no dejaba ningún detalle librado al azar. Llegaba un rato antes al teatro para supervisar que todo estuviera bien, controlaba el vestuario, la escenografía, todo, cada detalle. “Por favor, no toquen las cosas de mi hermana”, nos pedía, siempre en voz alta y clara, con una gran sonrisa. Siempre llegaba con la misma energía, y se mostraba muy orgullosa de Nazarena.
Cuesta entender cómo, tras el accidente de Jazmín, una mujer pudo sobrellevar lo que restaba de su embarazo entre tanto dolor. Nadie que no esté en su lugar podría dimensionarlo. Ella misma lo dijo alguna vez, pensó que Thiago no nacería. Thiago, que hoy es la luz de sus ojos y una bella realidad que vino para completarla como mujer y para volverla a su eje en esta etapa de madurez que evidencia. Nazarena Vélez transita hoy otro escalón, ya no es la bomba sexy que quiso y supo ser y, a decir verdad, se la ve cómoda y satisfecha en su nuevo rol. La pérdida de un ser querido es probablemente la experiencia más desgarradora que pueda existir, todas las estructuras se desmoronan y hasta se siente una sensación de haber sido ultrajado, despojado. “Sólo vos, la Virgen y Dios saben lo muerta que está mi alma”, le escribió Nazarena a Jazmín en su cuenta de Twitter alguna vez. Y quizás en un intento por reestructurar su corazón hecho trizas y encontrar un rumbo tranquilizador para tanto dolor, decidió los cambios que hoy la muestran más recuperada, más feliz aunque conviva con ese sufrimiento por siempre, y lejos del tremendo ego que por momentos la consumió y que, tal vez, la estaba matando. Ella misma eligió pararse ahora en otro lugar, probablemente las pérdidas trágicas ayudan a redescubrir el sentido de la vida. Hoy a Nazarena le llegó el tiempo de dar. Tiene su propia productora, que lleva el nombre en honor a su hermana (JAZ) y proyecta una feliz vida familiar y profesional. En “Los Grimaldi” se puede apreciar la dedicación y el arduo trabajo que realizó para montar un espectáculo exitoso y divertido en Villa Carlos Paz. Armó un elenco convocante, con actores destacados como Ranni, Georgina, Muscari y Jey Mamonn. Eligió ponerse en segundo plano y dejar brillar al resto. Le dio la oportunidad a su hija Bárbara de mostrar sus buenas dotes de comediante. Le dio la oportunidad a Coki Ramírez de acercarse al público desde otro lugar. Le dio la oportunidad a muchos actores, vestuaristas, escenógrafos y técnicos de hacer un producto digno. Se dio a sí misma la chance de resurgir desde el dolor para volverlo pasión. Y le dio la oportunidad a Jazmín de eternizarse, de muchas maneras, en este nuevo proyecto y en todos los frutos que dará. Los que se nos van, los que se nos adelantan, desde arriba nos mandan todo lo bueno que nos llega después. Como canta Gieco, ya no llores, ella es parte del camino.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

HERMOSAS PALABRAS IVANNA!!!, NAZARENA SE MERECE EL EXITO QUE ESTA TENIENDO CON LOS GRIMALDI!!!, PORQUE SUPO RODEARSE DE TALENTOSOS A LOS QUE DEJA LUCIRSE CON UNA GENEROSIDAD POCAS VECES VISTA EN ESTE MEDIO.

Anónimo dijo...

Increible todo lo que contas de Naza y su hermana ,yo no la seguia ahora al estar cerca Coki,que es mi idola la estoy descubriendo